El Molí Nou de Calabuig fue construido a finales del siglo XIX por un naviero de Arenys de Mar que hacía comercio con América.
Por eso la casa tiene un estilo singular “indiano”, con un patio interior con dos palmeras centenarias que murieron hace unos años atacadas por el picudo rojo, y dos cañones navales clavados en la entrada. En origen era una arquitectura muy severa, como una fortaleza, sin aberturas en el exterior. Posteriormente se realizaron puertas y ventanas y, con los años, se añadieron edificaciones. En 1896 se construyó un canal desde Bàscara, conduciendo el agua del río Fluvià, que manejaba una central hidroeléctrica junto al Molí Nou, conectada a la primera red eléctrica ampurdanesa.
En los años 20, una emprendedora de Figueres adquirió la finca dándole nuevos usos. Aprovechando la energía de la central eléctrica construyó una harinera en la parte norte del edificio principal, de este modo el Moli Nou se convirtió en un lugar muy concurrido por los campesinos del entorno que llevaban los cereales a moler .
En 1987 fue adaptada como casa de colonias y ¦granja escuela.
Desde esta fecha ha acogido a cientos de grupos escolares, grupos de jóvenes y adultos que realizan actividades, colonias, encuentros y celebraciones diversas.